viernes, 5 de junio de 2015

Teoría del Mesías II

Fue así como en el contexto histórico, económico y social, las riquezas materiales empezaron a cambiar la visión de una mayoría del gentilicio. La inclinación por ser un profesional bajó en un porcentaje escandaloso, viendo que “Papá Estado” lo podía todo a través de “La sombra del barril”.

Y la población empezó a hacerse estas reflexiones: ¿Para que esforzarme tanto, si “Papá Estado” me lo da todo? ¿Para qué ser profesional si medio trabajando en una empresa de gobierno estoy hecho? Con autodeterminaciones como estas nació otro fenómeno: “El Bolaalhombrismo”.

De tal forma, “Papá Estado” basado en esta “Teoría del Mesías”, se convirtió en un cáncer hereditario, que fue un testigo pasado de generación en generación – o de generación a degeneración– y hoy nos hundimos en ese colchón de triquiñuelas baratas de la política en las que se fueron olvidando, nuestras esperanzas, sueños y anhelos. Que desdicha la de un pueblo, al que se le ha olvidado soñar.

Conociendo ya de que va esta teoría, debemos aprender que no absolutamente todo puede caer en manos de la política.  Atribuir todo lo que nos ocurre a la política, es una forma muy cobarde de abandonar nuestras responsabilidades como ciudadanos. Dejando en claro que el papel de las autoridades sin dudas, cumple un rol determinante. Pero que nuestra aversión a medrar sea culpa siempre de un tercero y jamás de nosotros mismos, es una casualidad muy conveniente.

Resultando de esta soqueteada, que hay que tener conmiseración con esta pestilencia. Una deprimente carencia de actitud, que nos separa muchísimo de nuestros líderes más icónicos de la historia. Lo peor del caso, es que esta desfachatez nos lleva a posicionar en los curules más potentes de nuestros poderes, a personajes que sinceramente su falta de aptitud para estos menesteres, no sorprende. 

Como cierre, en este punto es pertinente hacer una inflexión pigmentaria. Las líneas aquí tejidas no pretenden defender a un sector azul, o a un sector rojo. Esta vulgar perorata, desea defender al sector gris, pues de la masa de este color, es que saldrán las soluciones que contribuirán al renacimiento de este país.

En la “Teoría del Mesías” se encuentra nuestra alícuota de responsabilidad en la involución de esta nación. Este retroceso ocurre, porque en cada plebiscito, comicios, referendo, elección, votación o sufragio, solemos votar por un color y no por una variedad de nombres. Nos empeñamos en seguir a una tolda y no a un programa reflexivo con variedad de pensamientos. Tenemos décadas de democracia y aun escogemos el color, rellenamos el ovalo o pulsamos la máquina, a favor de un grupúsculo y no de un compendio de ideas bien estructurado en proyecto, independientemente del origen.
Rodríguez R. Gabriel J.
@gabo_rodríguez3
Gabógeno



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