La Casa De Las Palabras
Desde
el producto final de la inventiva de Gutenberg, hasta la era digital. Desde la A hasta la Z. Tres siglos de historia, se encierran en las paredes de esta
edificación. Sobre el Museo Nacional del Prado, adyacente a la Iglesia de Los
Jerónimos, el Casón del Buen Retiro, número 4 de la calle Felipe IV, Madrid,
España, yace la sede principal de la Real Academia Española, bastión institucional
del saber hispánico y evolución del idioma.
Para
aquellos quienes aman el maravilloso arte de las palabras y el poder infinito
que su combinación aporta en el inconmensurable proceso de comunicación, ven en
esta “Casa de las Palabras y de la lengua” un santuario, de devoción y
contemplación, al registro histórico de la lengua.
Este
solemne palacio pasó del ingenio proyectista del arquitecto Miguel Aguado de la
Sierra, a materializarse entre 1891 a 1894 en los predios de lo que a otrora
fuese denominado Barrio Griego, flanqueado por el Jardín Botánico y la Puerta
de Alcalá.
Un
pórtico de cuatro columnas dóricas, da la bienvenida al recinto. Una colección de
grabados de Francisco de Goya y Alberto Durero, más el inmaculado orden de sus
libros, ejemplares, pliegos y volúmenes, aunado a las prodigiosas bibliotecas
que jalonan las diversas estancias, el lugar manifiesta una suerte de
sortilegio que exhorta a la respetabilidad y cautiva al estudio. La luz
exterior se cuela mediante un exquisito vitral que reza “Limpia, fija y da
esplendor”, lema que se acopla perfectamente, al compromiso purificador de la
corporación, en hilvanar y salvaguardar
la belleza intelectual de este rico idioma.
En
una fundición arquitectónica entre modernismo y tradición, aparece una
apoteósica mesa oval, que reúne los
curules de cuarenta y seis miembros –identificados en cursiva con las letras
mayúsculas y minúsculas del abecedario– entre catedráticos, pedagogos y
literatos, que velan por la subsistencia, rendibú, apego y acatamiento a la gramática, ortografía y
demás paramentos que glorifican la magia de las palabras que se confinan en
este lenguaje.
La
inauguración del palacio, se preconizó el primer día de abril de 1894, bajo la
presidencia de la reina regente María Cristina, en compañía de su hijo Alfonso
XIII. La dirección de la Academia, le pertenecía a Juan de la Pezuela y
Ceballos, conde de Cheste, quien leyó un impecable discurso de inauguración en
la ceremonia.
En
1891, al séptimo día del mes de mayo, se realizó el acto simbólico de
colocación de la primera piedra, en la construcción de la vigente, y sede
principal de la Real Academia Española y su respaldo tricentenario. Razón por la
cual se celebra hoy día, ciento veinticuatro años del inicio de su edificación.
En el inicio de la cuarta centuria académica del idioma español, este edificio
palaciego alberga en sus entrañas, todo progreso o trascendencia filológica y
lexicográfica del habla hispánica.
@gabo_rodriguez3
Gabógeno
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