viernes, 5 de junio de 2015

Aforismo: “Los ricos ya están completos”

A propósito de lo ignominiosa que se ha convertido parte de la paremiología nacional venezolana, con la inclusión y manipulación de algunos nefastos proverbios, aparece esta irracionalidad. El dinero probablemente no sea para algunos, de las cosas más dignas y necesarias para vivir la vida, cosa que es debatible, sin embargo hay beneficios de una estabilidad económica aceptable, que bien valdría la pena cuantificar.

La holgura a la hora del proceso de toma de decisiones es uno de estos “placeres”. Elegir un sistema de salud, educativo y de urbanismo apropiados a tus demandas, esfuerzos, sacrificios y proporcional a lo que todo individuo desea para su grupo familiar, es un derecho que nadie puede arrebatar. Bien sabiendo diferenciar la codicia de la ambición, se puede hacer de esta última, una herramienta de aliento para acceder a un bienestar social equilibrado.

“Los ricos ya están completos” es una frase que viene a socavar las habilidades de emprendimiento y progreso que lleva cada venezolano, propagando uno de los antivalores y contra-principios más pútridos: el conformismo. Esta frase genera a su vez una sensación limitante que se traduce en ¿ para qué fajarme tanto si la estabilidad está colapsada? Cabe acotar, de que no todo rico es estable, y que la riqueza al igual que la pobreza, y la felicidad, dependen sine qua non de un estado de fortaleza mental, y no de unos hipotéticos e irrisorios cupos dentro de una supra o sub-sociedad.

La cultura del ahorro, el manejo de los recursos financieros, fluctuaciones de indicadores, estrategias de mercado, el conocimiento contable de las finanzas, la metamorfosis de todo escenario en una oportunidad, es el compendio de actividades que promueven más que personas ricas, seres prósperos.

De forma antagónica,  si se basan las políticas de subsistencia monetaria, en el despilfarro, la malversación y el derroche desmesurado, es absurdo pretender alcanzar algún nivel de estabilidad u holgura. 

Flanquear la intensión de medrar con estos anatemas populares, no coopera en lo absoluto a la concepción de soluciones, sino más bien a la ramificación y alcance del problema. Y es que ser “rico” no es malo, siempre y cuando el ascenso sea lógico, paulatino y congruente; Si alguien hizo una inversión, arriesgó su patrimonio, empleó su tiempo, superó recesiones, administró bonanzas, en ocasiones con austeridad, para poder disfrutar de los dividendos, la utilidad o la ganancia que genere su metodología ¿Cuál es el delito? Por eso pretender confinar la prosperidad económica de alguien con estos comentarios cargados de negativismo, es una actividad propia de quien no tiene la mínima intensión de superarse y crecer en la vida. Y aunque crecer, no es estrictamente una consecuencia económica, la administración de los recursos financieros sirve de gran ayuda.
Rodríguez R. Gabriel J.
@Gabo_rodriguez3

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